Naciones Unidas.– El enviado especial de la ONU para Sudán, Volker Perthes, dio la bienvenida este lunes al nuevo acuerdo de cese de hostilidades firmado por el Ejército de Sudán y el grupo paramilitar Fuerzas de Apoyo Rápido (FAR) y pidió a las partes que se involucren seriamente en las conversaciones para avanzar hacia un «verdadero alto el fuego».
«Las partes deben participar seriamente y de buena fe en las conversaciones para avanzar hacia un verdadero alto el fuego con un mecanismo de seguimiento sólido», dijo Perthes durante una intervención ante el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas que este lunes abordó la situación en Sudán.
Perthes insistió en que las prioridades de la ONU siguen siendo lograr un alto el fuego estable con un mecanismo de monitoreo; prevenir una escalada o una etnicización del conflicto; la protección de civiles y el envío de ayuda humanitaria, más la preparación de un nuevo proceso político con la participación de una amplio número de actores civiles y políticos, incluidas las mujeres, cuando «llegue el momento oportuno».
El nuevo acuerdo, que hoy entra en vigor y que tendrá siete días de duración, fue alcanzado con la mediación de Arabia Saudí y Estados Unidos y está destinado a asegurar el flujo de la ayuda humanitaria y garantizar la protección de las personas e instalaciones civiles.
Según el pacto, firmado en la noche del sábado en la ciudad portuaria saudí de Yeda, el cese de hostilidades en Sudán entrará en vigor a partir de las 18.45 GMT de hoy, y “puede ser prorrogado tras acuerdo de las dos partes” en conflicto, enfrentadas desde el 15 de abril.
Esta será la primera tregua de siete días en Sudán después de la que finalizó el 11 de mayo, que estuvo mediada por Sudán del Sur, y que -como las numerosas anteriores- no fue respetada por las partes en conflicto.
En su comparecencia de este lunes, Perthes mostró una imagen desoladora del país y recordó que 700 personas han muerto, 190 de ellas menores, y otras 6.000 han resultado heridas.
Asimismo, desde el estallido de los combates, más de un millón de personas han sido desplazadas, de las cuales 250.000 han tenido que cruzar las fronteras.
Pero «estas cifras no reflejan las desgarradoras historias de los miles de hombres y de mujeres que han abandonado sus hogares y que se embarcaron en viajes agotadores de varios días en busca de seguridad a través de las fronteras», subrayó el enviado de la ONU. EFE
