La burguesía venezolana y los medios de comunicación privados, con ayuda extranjera, planificaron lo que parecía ser “un golpe de estado perfecto”.
Con la adhesión de la alta jerarquía de la iglesia católica y cientos de oficiales superiores de las Fuerzas Armadas todo estaba encaminado a una serie de hechos que -sincronizadamente- conduciría no solo a destituir al presidente Hugo Chávez sino también revertir ese ímpetu popular de querer transformar la realidad venezolana.
Los altos mandos militares, traidores a la Patria, secuestraron al líder revolucionario tras no lograr que renunciara al poder, pero no estimaron de lo que sería capaz de hacer el pueblo. Al tercer día, el pueblo venezolano tomó las calles en defensa del Proceso Bolivariano y en tan solo 47 horas, junto a militares leales, se logró rescatar al Comandante Chávez, restaurando la democracia.
Desde entonces, el asedio de la burguesía nacional e internacional no ha cesado, incluyendo el criminal bloqueo de Estados Unidos contra la industria petrolera y demás sectores económicos del país, que ha causado un gran sufrimiento en nuestro pueblo.
Hoy, a 21 años del fallido golpe, reivindicamos la heroica gesta del pueblo venezolano y el legado revolucionario del Comandante Hugo Rafael Chávez Frías. Venezuela continuará luchando por su derecho para construir un modelo político y económico soberano y profundamente socialista.
