Chicago, IL – Con la atención mediática enfocada en el próximo Draft de la NBA de 2024, una de las figuras más esperadas es Bronny James, hijo de la superestrella LeBron James. Aunque se prevé que sea elegido en las últimas posiciones de la segunda ronda, la posibilidad de que Bronny se una a su padre en la NBA ha capturado el interés de fanáticos y analistas por igual.

El ingreso a la NBA del hijo de LeBron James, una de las estrellas más grandes de la competición en el siglo XXI, ha intensificado la discusión sobre la presencia y el impacto de los descendientes de exjugadores en la liga. Lo que solía ser una rareza en los años setenta y ochenta, se ha convertido en una tendencia desde los noventa y ha ganado notable prominencia desde 2009.

Ese año marcó el debut de Stephen Curry, quien se ha convertido en el mayor triplista de la historia de la NBA y es hijo del exjugador Dell Curry. La llegada de Curry a la liga ha coincidido con un aumento significativo en el número de hijos de exjugadores en la NBA, pasando de poco más de 10 a 34 jugadores en la actualidad, un récord absoluto.

Entre los jugadores destacados de esta nueva generación se encuentran:

  • Jalen Brunson (New York Knicks), hijo de Rick Brunson.
  • Domantas Sabonis (Sacramento Kings), hijo de Arvydas Sabonis.
  • Klay Thompson (Golden State Warriors), hijo de Mychal Thompson.
  • Devin Booker (Phoenix Suns), hijo de Melvin Booker.

En el pasado, otros notables incluyeron a Kobe Bryant, mito de los Lakers e hijo de Joe Bryant.

Un estudio reciente del periodista Tom Haberstroh para Yahoo Sports revela el impacto que estos hijos de exjugadores han tenido en la NBA respecto a sus perspectivas según su ronda del Draft. Desde el Draft de 1989, se ha seleccionado a más de 2,000 jugadores, de los cuales 68 eran hijos de exjugadores. Este grupo ha superado las expectativas con un rendimiento superior al de los mejores programas universitarios.

Según la estadística avanzada, los hijos de exjugadores superan en un 30% el número de «win shares» esperados en comparación con el retorno histórico de su puesto en el Draft. El siguiente mejor programa es de Kentucky con un 26%, seguido de Texas (25%) y UCLA (24%).

La presencia de hijos de exjugadores en la NBA no solo aporta un legado familiar, sino que también parece estar correlacionada con un mayor éxito en la cancha. Con Bronny James a punto de unirse a esta lista ilustre, el Draft de 2024 promete ser un evento lleno de expectativas y potenciales historias de éxito.

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