Científicos de Reino Unido trabajan en un pan blanco con unas propiedades nutritivas más saludables, semejantes a las del pan integral. Estará en el mercado en dos años. Te contamos cómo sería y qué diferencias hay entre el blanco y el integral.
El consumo de pan en España sigue siendo alto, aunque en los últimos años haya descendido su ingesta. Según datos del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Pesa, mientras que en el año 2000 el consumo medio de pan en España era de 50 kilos por persona, en 2022, el consumo se redujo a los 30 kilos, una bajada importante pero que sigue situando a nuestro país como uno de los que más pan consume a diario. Esta inercia decreciente afecta de manera más acusada al pan blanco y es que la gente busca cada vez más cuidarse y comer más sano por lo que optan por opciones más saludables como las integrales pero ¿qué diferencias hay? ¿realmente es más sano el integral? La pregunta a esta segunda pregunta es sí, sí hay diferencias.
Esto es así porque el pan blanco «es un alimento compuesto por harina, levadura y sal, por lo que está constituído fundamentalmente por hidratos de carbono, más una pequeña cantidad de proteínas procedentes de la proteína vegetal del cereal (gluten)», explica a CuídatePlus Andrea Marqués, del Instituto Médico Europeo de la Obesidad.
Pero además, este «es de elevado índice glucémico por lo que la absorción de la glucosa es muy rápida, siendo más fácil que el exceso se almacene en forma de glucógeno y, posteriormente, en grasa».
Por su parte, el pan integral, se elabora con grano de cereal completo, incluyendo su cáscara y salvado. «Esto mejora su valor nutricional respecto al pan blanco ya que conserva la fibra y sus vitaminas y minerales intactos».
De esta forma, destaca por sus beneficios para el estreñimiento y la salud del tránsito intestinal, es «algo menos calórico que el pan blanco y, sobre todo, ayuda a mejorar la saciedad», indica. Por este motivo, se aconseja en pacientes con diabetes ya que «no produce los picos de glucemia tan altos como el pan blanco».
Los expertos de la Federación Española de Nutrición (FEN) señalan que el integral “es rico en hidratos de carbono complejos (almidón), fuente de fibra , bajo contenido graso (1 g por 100 g) y aporta proteínas procedentes del grano de trigo, vitaminas y minerales. En el trigo, la proteína más representativa es el gluten, que confiere a la harina la característica de poder ser panificable. Es fuente de vitaminas del grupo B (tiamina y niacina) y de elementos minerales (selenio, fósforo, hierro, magnesio y zinc). El pan integral aporta mayor cantidad de estas sustancias, ya que el grano de cereal conserva la cubierta al no haber sido sometido a un proceso de refinado”.
Eso sí, desde la FEN recuerdan que: “Hay que diferenciar entre auténtico pan de trigo integral y el pseudointegral, al que se le ha añadido artificialmente fragmentos de salvado a la harina blanca. Este pan ha sido elaborado con grano que no contiene el germen, la parte más rica en vitaminas, minerales y ácidos grasos esenciales, luego su calidad es inferior a la del pan integral auténtico”.
En busca de un pan blanco saludable
A pesar de que el pan integral sea más saludable, la realidad es que en España y en otros países se sigue consumiendo mucho más el pan blanco que el integral. Por este motivo, científicos británicos de la Universidad de Aberystwyth, en Reino Unido, están investigando la forma de crear un pan blanco que sea nutricionalmente igual de saludable que el integral. Para ello, el equipo de investigadores trabajará con una empresa de molineros para estudiar a fondo el proceso de moler y mezcla de la harina blanca. La idea se basa en incluir guisantes, frijoles y avena a la harina de trigo para aumentar su valor nutricional.
Catherine Howarth, de IBERS en la Universidad de Aberystwyth, explica que “esta es una oportunidad muy interesante para mejorar la dieta de las personas, especialmente de aquellas que prefieren la apariencia y los atributos sensoriales del pan blanco”. Por eso, analizarán exactamente “qué vitaminas y minerales se pierden durante el proceso de molienda para reemplazarnos por otros alimentos que contengan niveles de hierro, zinc y vitaminas y aumentar el contenido de fibra, porque el pan blanco tiene muy ¿Por qué quieren hacer un pan blanco saludable? Según los investigadores, “la mayoría de la gente sabe que el pan integral es mejor para la salud, pero a muchos les desanima el sabor o no están acostumbrados y simplemente no les interesa».
¿Igual de crujiente?
El último paso de la investigación será probar el nuevo pan en una cata a ciegas para que la gente valore si realmente merece la pena o no sacarlo al mercado. Según sus primeras pruebas, este pan “era más crujiente que los panes blancos normales que se compran en los supermercados y el resto de cualidades eran similares en cuanto al sabor”. El equipo de investigadores creen que el resultado final será un éxito y que estará disponible en dos años.
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