Cada vez más personas que han desarrollado el Síndrome de Cara Sobrecargada (Overfilled Face Syndrome, FOS) buscan soluciones con los profesionales de la medicina estética. A continuación, te explicamos qué es este síndrome que afecta a algunos famosos y cuál es el tratamiento adecuado.

Los rellenos e inyectables son herramientas comunes en la medicina estética, utilizadas para mejorar diversas áreas del rostro, suavizar arrugas, restaurar volumen y definir el contorno facial, especialmente en mejillas, labios y debajo de los ojos. Sin embargo, se está observando un aumento en los casos de síndrome de cara sobrecargada (FOS), caracterizado por una apariencia hinchada o asimétrica debido al exceso de relleno.

Famosos como Madonna y Tom Cruise han sido asociados con este problema, conocido coloquialmente como “cara de almohada” o “fatiga del relleno” (“filler fatigue”).

Los rellenos más comunes incluyen ácido hialurónico, colágeno, hidroxiapatita de calcio y toxina botulínica. Aunque el síndrome de cara sobrecargada no suele ser grave ni poner en peligro la vida, puede tener efectos negativos como problemas psicológicos, pérdida de movilidad facial natural, y a largo plazo, cicatrices, nódulos, inflamación o pérdida de tejido.

Antonio Carvajal, médico estético en Oviedo, explica que el síndrome de cara sobrecargada resulta del uso excesivo de rellenos faciales, alterando las proporciones naturales del rostro y causando una apariencia poco natural con posibles efectos secundarios. Este problema puede ser causado por:

  • Pacientes que buscan continuamente más retoques estéticos, influenciados por estándares de belleza en redes sociales.
  • Médicos sin suficiente experiencia que tienden a sobrecorregir o utilizar productos de relleno en zonas inapropiadas.

¿Cómo evitarlo?

Carvajal sugiere aceptar las características faciales individuales y evitar compararse con otros. Para prevenir el síndrome, es crucial elegir médicos especializados en medicina estética con formación y experiencia adecuadas. “Los médicos deben evitar tratar a pacientes que buscan resultados cada vez más exagerados visitando múltiples clínicas.”

Antes de aplicar rellenos, el médico estético debe realizar un análisis facial detallado, teniendo en cuenta los objetivos del paciente, para planificar el tratamiento con precisión y lograr un resultado natural y armonioso. Es fundamental realizar una evaluación personalizada que incluya un análisis muscular, observación de los movimientos faciales durante la inyección y, si es necesario, imágenes por ultrasonido de las capas de grasa.

¿Qué hacer si ya se ha producido?

La buena noticia es que el síndrome overfilled se puede revertir. Carvajal destaca que la solución depende del tipo de relleno, la cantidad inyectada y la zona tratada. Los tratamientos incluyen:

  • Técnicas láser o radiofrecuencia.
  • Infiltraciones de enzimas que desintegran el producto inyectado.
  • Extracción quirúrgica.

“Los pacientes más jóvenes pueden no reconocer el FOS, mientras que los mayores pueden confundirlo con el envejecimiento natural. Esto resalta la importancia de que los médicos estén capacitados para identificar y prevenir el FOS,” concluye Carvajal.

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