El cáncer es una enfermedad que impacta profundamente en los aspectos físicos, emocionales y sociales de los pacientes y sus seres queridos. Uno de los ámbitos más afectados a lo largo de las diferentes etapas de la enfermedad es el sexo y las relaciones de pareja. Según la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC), “el cáncer, y especialmente su tratamiento, puede alterar considerablemente la sexualidad y la intimidad. Sin embargo, en la práctica, la mayoría de los profesionales de la salud no abordan de manera proactiva los problemas sexuales con sus pacientes”. Durante el proceso oncológico, tanto hombres como mujeres pueden experimentar “cansancio, pérdida de fertilidad, disminución del deseo sexual, cambios en la sensibilidad y en la respuesta sexual, relaciones sexuales dolorosas, pérdida de sensibilidad en los órganos sexuales, dificultades para alcanzar orgasmos, incontinencia urinaria o fecal, estomas y cambios en la imagen corporal”, según la AECC.
En los hombres, el cáncer de próstata es el segundo más común, con aproximadamente 1.276.106 nuevos casos al año a nivel mundial. Pero, ¿cómo afecta el cáncer de próstata a la sexualidad? Marta Blanco, responsable de programas sanitarios de la AECC, explica a CuídatePlus que la disfunción eréctil y los problemas de eyaculación son algunas de las secuelas más comunes de este tipo de cáncer. “La impotencia postoperatoria puede tratarse con medicamentos, inyecciones intracavernosas, bombas de vacío o la colocación de una prótesis de pene. Además, los pacientes sometidos a una prostatectomía radical no experimentan eyaculación (aneyaculación)”, detalla Blanco.
Según Blanco, otras alteraciones sexuales en hombres con cáncer de próstata están directamente relacionadas con el tratamiento oncológico. “La radioterapia puede desencadenar impotencia, que puede manifestarse incluso años después, afectando hasta al 50-60% de los pacientes”, señala. En cuanto al tratamiento hormonal, Blanco afirma que “la deprivación de andrógenos en la sangre puede provocar efectos secundarios que disminuyen la calidad de vida, como impotencia (falta de erección), disminución de la libido, aumento de peso, desarrollo discreto de las mamas, debilidad muscular, anemia, osteoporosis y sofocos”. Por lo tanto, subraya que los tratamientos hormonales para el cáncer de próstata pueden llevar a una disminución del deseo sexual e impotencia, y a largo plazo, pueden causar una reducción en el tamaño testicular.
Cáncer de testículos y sexualidad
Otro tipo de cáncer que puede afectar la sexualidad es el cáncer de testículos, una enfermedad relativamente rara que suele afectar a hombres jóvenes entre los 20 y 40 años, según la AECC. Pero, ¿cómo impacta realmente el cáncer de testículos en las relaciones sexuales? “Perder un testículo generalmente no afecta la potencia sexual, pero la falta del testículo puede causar alteraciones emocionales debido a la percepción de la autoimagen”, explica Blanco.
Para minimizar estas alteraciones emocionales, Blanco sugiere considerar la implantación de una prótesis testicular. “Si existe algún problema previo que afecte al otro testículo, puede presentarse disfunción eréctil y disminución de la libido, aunque en un porcentaje muy reducido de pacientes”, aclara.
Retomar la sexualidad después de un cáncer de próstata o testículos
Blanco destaca la importancia de consultar al médico sobre cualquier síntoma o alteración sexual para recibir orientación sobre las opciones de tratamiento. “La sexualidad es crucial para muchas personas y suele ser un aspecto importante en las relaciones de pareja”, señala. También subraya la importancia de comprender las consecuencias de los tratamientos y su impacto emocional en la sexualidad.
El apoyo de la pareja es fundamental para enfrentar los problemas sexuales derivados del cáncer y sus tratamientos. “Muchas parejas logran vivir una sexualidad satisfactoria después de un cáncer. Es esencial aceptar los cambios físicos con naturalidad y tener acceso a información completa”, aconseja Blanco. También menciona que, en algunos casos, puede ser necesario buscar apoyo psicológico.
En su experiencia, otro aspecto clave para retomar las relaciones sexuales tras un cáncer de próstata o testículos es contar con información adecuada sobre los tipos de cáncer y las posibles repercusiones de los tratamientos, además de buscar apoyo profesional en el área.
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